Trastornos de conducta y afectivos
Trastornos de ansiedad en la vejez
Los diversos acontecimientos vitales estresantes como, por ejemplo, dolores físicos, una enfermedad grave de un familiar, problemas socioeconómicos, etc. pueden desencadenar una reacción de ansiedad en cualquier etapa vital. No obstante, cuando los adultos mayores deben aportar una respuesta adaptativa a dichos problemas personales son más vulnerables a padecer un trastorno de ansiedad. Asimismo, existe una alta probabilidad de que se de junto con una Depresión.
Trastorno del sueño en la vejez
Las alteraciones del sueño es uno de los problemas más prevalentes en las personas de edad avanzada. Con la edad la calidad de nuestro sueño suele verse afectada por los cambios relacionados con la edad, la medicación, los trastornos mentales (depresión, ansiedad, psicosis, demencias) y los trastornos orgánicos (dificultades en la respiración, insuficiencia cardiaca, afecciones osteoarticulares, etc.). Por ello, es habitual que las personas de edad avanzada tengan un sueño discontinuo, con un aumento de despertares nocturnos, y disminución del sueño profundo. Lo que provocan que tengan la sensación de un sueño de baja calidad.
Abuso y dependencia de sustancias/drogas en la vejez
Tanto debido al uso indebido de medicamentos como el consumo de alcohol y otras drogas, los adultos mayores tienen una mayor probabilidad de padecer depresión, deterioro cognitivo o desarrollar una demencia.
Trastornos psicóticos
En los trastornos psicóticos las personas muestran una separación severa con la realidad, con síntomas alucinatorios y/o delirantes. En la vejez este tipo de trastornos suelen ser derivados de enfermedades físicas, neurodegenerativas y déficits sensoriales (sordera, ceguera, etc.). Asimismo, las situaciones de cambio significativas en el entorno personal y familiar, de aislamiento social, crisis familiares, y situaciones estresantes pueden generar la activación de este tipo de trastornos en adultos mayores.
Trastorno de personalidad
Los adultos mayores con un trastorno de personalidad tienen una seria de conductas, emociones y pensamiento fuera de lo común, que interfieren en sus relaciones interpersonales, el trabajo y otras situaciones. Una de las causantes de este tipo de trastornos es la Demencia Frontotemporal, la cual genera cambios marcados en la personalidad y el comportamiento. Algunas de los cambios que suelen mostrar en la personalidad son: una marcada apatía, caracterizada por la pérdida de interés en asuntos y responsabilidades personales, retraimiento social y, en última instancia, pérdida de conciencia sobre la higiene personal y el control de esfínteres. También manifiestan desinhibición mediante comportamientos socialmente inapropiados, que incluyen la búsqueda de confrontaciones, comentarios hirientes o insensibles hacia otros, comportamientos sociópatas (por ejemplo, robo en tiendas, violaciones de tráfico) o (rara vez) agresión física.
Enfermedad de Alzheimer
Los síntomas conductuales y psicológicos son muy habituales en la Enfermedad de Alzheimer disminuyendo la calidad de vida de las personas que lo padecen y de sus seres queridos y cuidadores. La mayoría de estos pacientes experimentan una combinación de los síntomas que hemos mencionado con anterioridad como la apatía, agitación, ansiedad, depresión, alucinaciones, delirios, actividad motora aberrante, irritabilidad, alteraciones del sueño y de alimentación, euforia y/o desinhibición. Todo ello suele derivar a un mayor consumo de fármacos, al uso de restricciones físicas y a una institucionalización prematura de estas personas.
Los trastornos conductuales y afectivos que observamos en los adultos mayores a menudo ocurren derivados de enfermedades físicas y neurodegenerativas, de la debilidad y la pérdida sensorial, lo cual suele complicar el diagnóstico y el tratamiento. Por ello, es primordial acudir a profesionales especializados en dicha población, como es el Centro NEUSI.